sábado, 4 de febrero de 2012

Miguelito Cuní

Hablar de la música popular cubana y no mencionar a Miguel Arcángel Conill, sería un olvido irreparable, por cuanto él representó una parte importante de la historia de ese género musical cubano. Encontrándome en los primeros años de mi juventud, desde mi pequeño pueblo, yo escuchaba cantar a aquel intérprete que me deleitaba con su voz, desde un son hasta un bolero. Así transcurrió el tiempo “Ese que unas veces nos da alegrías y otras nos las niega,” nos encontrábamos en nuestra capital, Miguelito y este comentarista. Cerca de mi pueblo había una familia de apellido Cuní. Entonces para yo poder sostener una conversación con aquel cantante que admiraba desde joven le pregunté, si él tenía parentesco con aquella familia -y él me contestó,- “no joven yo no soy Cuni, mi apellido es Conill.” Este encuentro se produce en la estación Radio Salas, donde yo actuaba con el trío de Luisito Pla y sus guaracheros que no nos conocía nadie, y él cantaba con el conjunto de Arsenio Rodríguez, una de las agrupaciones más famosas de Cuba. Finalizado los tiempos de Radio Salas, las dos agrupaciones tomaron distintos rumbos, aunque yo nunca perdí el contacto con aquel conjunto ni sus trasmisiones. Pasaron los años y formé un grupo al estilo de Arsenio o parecido y es así que volvemos a coincidir Miguelito y nosotros. Ya en este tiempo me di cuenta la importancia de la voz del pinareño redonda y expresiva al máximo, con calidad y extensión inigualable. Miguel Arcángel Conill, nació en Pinar del Río el 8 de Mayo de 1922, de familia humilde como la mayoría de los cubanos de aquella época. Comenzó el aprendizaje de carpintero, aunque su verdadera vocación era el canto y así lo demostró dando los primeros pasos con la orquesta Yamilé de Rolando Lluiz, más tarde con el sexteto Caridad dirigido por el Niño Rivera, también cantó con la Orquesta de Jacobo Rubalcaba. En el año 1938 se traslada a nuestra capital para incorporarse a la orquesta de Ernesto Muñoz, debutando en la emisora radial “Progreso Cubano,” instalada en la calle Monte cerca de la calle Indio. Más tarde, cantó con la orquesta de Antonio Arcaño. También trabajó en el cabaret Edén Concert y Sans Souci. Actuando con un grupo en la “academia” Sport Antillano situada en la calle Belascoaín y Zanja, conoce al Ciego Maravilloso con quien actúa un tiempo. En el año 1947 se retira del conjunto de Arsenio y se dispone a cumplimentar un contrato para trabajar en los carnavales de Panamá, en este país se mantiene hasta el año 1949. De regreso a Cuba se incorpora al conjunto Los Astros de René Álvarez. Una corta temporada después regresa al grupo de Arsenio Rodríguez, quien en el año 1950 se marcha a los Estados Unidos de Norteamérica y es cuando Félix Chapottín toma el mando y nombre de la famosa agrupación que sigue cosechando triunfos, tan es así que en ese mismo tiempo viajan a Las Antillas Holandesas, y en marzo de 1960 se presentan en el Palladium de New York, según me comenta mi siempre amigo Manuel Villar. Miguelito Cuní en 1978 integra una delegación para actuar en la Antigua Unión Soviética. Acompañado musicalmente por la Orquesta de Música Moderna y dirigida por el eminente músico Armando Romeu González., junto a otros artistas. El frío en ese país ese año rompió todos los records de baja temperatura por tal motivo el intérprete se enfermó y cuando yo me lo encontré en la calle N y 19 frente a la empresa Benny Moré como con veinte libras de menos y muy desmejorado, le pregunté por su estado de salud, me contestó: -Me he sentido muy mal desde que llegué. Tal perece que el cantante sintió posteriormente una mejoría y en 1979 se integra a una lista de músicos estelares para viajar con el nombre de “Areito” a Venezuela. El 31 de Julio de 1982 viaja con el conjunto de Félix Chappottin a la ciudad de México y también por ese tiempo actúan en la película cubana “Nosotros la Música” dirigida por el cineasta Rogelio París. El segundo “Festival del Son” del año de 1980 les fue dedicado a Félix Chapottín y a Miguelito Cuní. En el festival de Varadero del año 1982 se integró un conjunto “todos estrellas”, donde cantaron Pablo Milanés y Miguelito Cuní, el bien creado bolero “Convergencia”. Es bueno señalar que acoplar dos voces en esa obra, y en tiempo de son no es nada fácil y además como yo la escuché resulta más difícil todavía. Por primera vez Pablito lo canta con la voz prima, y Miguelito la voz segunda, después del puente que se repite el número, Miguelito lo canta de primo y Pablito la voz segunda, quiero significar que en las dos ocasiones el dúo quedó estelar. Nada –cosas que tienen las estrellas. Quisiera aclarar que la letra de Convergencia es de un amigo que ya no está, se trata de Bienvenido Julián Gutiérrez uno de los primeros compositores que yo conocí, y la melodía la creó Marcelino Guerra que no tuve la satisfacción de conocer. Algunas obras grabadas por Miguelito Cuní: Guaguancó en la Habana, Guaguancó, Lázaro Prieto La Maruga, son montuno, Ramón Cisneros. Cantando, cha cha cha, Miguelito Cuní Nos estamos alejando, Bolero, Luís Martínez Griñán El pájaro y el cazador, son montuno, Félix Alfonso. No hay amor sin caridad, son montuno, Ramón Cisneros. Solo tuya es mi vida, Bolero, Alberto Barreto. Te han mentido, Bolero, Jacinto Ledo Con maña se rompe, son montuno, Félix Amaro Igualita que tu, son montuno, Ramón Cisneros. Mi propia sangre, Bolero, Jesús Guerra Viejo socarrón, son montuno, Luis Martínez Griñán Yo sí como candela, son montuno, Félix Chapottín Esto si se llama querer, Bolero, Luis Martínez Griñán Convergencia, Bolero, Guerra y Gutiérrez El carbonero, son montuno, Iván Fernández A manera de información queremos aclarar que el son montuno, “El quimbombó,” obra creada por Luis Griñán Camacho se la están adjudicando a Luis Martínez Griñan. Este son montuno ha sido uno de los más populares del sonero pinareño, Miguelito Cuní-- pensamos que sea por el parecido de los nombres-- Miguel Arcángel Conill. La voz fuerte en el guaguancó, dulce y agradable en el son, y romántica en los boleros se apagó el 3 de Marzo de 1984 en la ciudad de La Habana.

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